“Animo a una máxima capacidad de reacción: salir con optimismo, luchar al máximo y las estadísticas ya vendrán”

Gerard Duelo es un hombre polifacético. Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, presidente del COAPI de Barcelona y de la Asociación de Inmobiliarios de Cataluña, empresario, emprendedor, muchas cosas… conocemos parte de su vida y de las novedades del COAPI en esta entrevista.
Como empresario, has ocupado puestos de dirección general en diferentes empresas multinacionales. ¿Qué te llevó al mundo inmobiliario?
Ya desde los 22 años, un headhunter me fichó para un cargo de dirección general, luego pasé a CEO de Pioneer, más tarde en multinacionales, con 37 años, ya dirigía una multinacional con casi 40.000 empleados y 20 empresas. A los 50 años me retiro por motivos personales. Me ofrecían volver a Londres, yo ya no quería, y con un buen sueldo me retiré, cogí un barco, empecé a pensar en mi vocación, que es la de escritor, y pensé «colocaré una pequeña oficina y ya veré a qué me dedico, no quiero volver a ser alto dirigente porque es muy estresante».
Así lo hice, al año y medio tenía 100 empleados, eran 17 oficinas en toda España, era uno de los principales brokers de compraventa de empresas. Una empresa de servicios que daba el servicio de intermediación en la compraventa de empresas. Realizaba muchas operaciones, 427, hasta el día que vino un banco y me compró la empresa. Creé otra compañía, y puse al frente a un equipo de profesionales, pues yo no era profesional del mundo inmobiliario. Fue en 1997, y con GDA Brokers Inmobiliarios, había hecho una gran transacción, quizá la más grande de Barcelona, la Casa Burés, de 33 millones de euros, y pensé «sí que es fácil esto, el 5% de tanto dinero por vender un edificio, esto debe ser interesante». Y me puse en ello, a aprender.
¿Cómo lo hiciste?
Me hice API, me hice del Colegio, pero nunca fui un API, fui un rara avis dentro, porque aplicaba los conceptos de broker in corporate finance, que eso es distinto, todo es exclusiva, todo es muy confidencial, no es abrir una tienda. Eran grupos de inversión… y empecé a tener éxito, vendí un gran edificio, en la Plaza de Cataluña, otros dos en Paseo de Gracia, Casa Llorens que es muy conocida… y me fui haciendo famoso dentro del sector inmobiliario como el broker de alta inversión. Cuando acabó la crisis y volví, mi esposa siguió en el negocio de APIS, vendiendo casas y pisos de lujo con los rusos y en la parte alta de la ciudad, y yo volví a lo mío. Y así GDA Brokers Inmobiliarios me ha llevado hasta hoy, y en ese proceso me convertí de alto directivo y empresario, porque ya no he querido decir las empresas en las que invertí y que participé, pero me convertí a broker inmobiliario, que es donde estoy.
Explícanos qué hace un broker asesor en inversiones inmobiliarias
Hay una diferencia de concepto. Hay el que va, te en enseña un local y espera que te guste, y el que te dice «yo no te quiero hacer visitar siete pisos o siete inmuebles innecesariamente. Te buscaré lo adecuado entre lo que yo tengo, porque si no tengo que buscarlo fuera y ya será un personal shopper y me pagarás tú». Pero a mí me paga ya el vendedor. En este inicio, el broker, el asesor, es un hombre que está muy informado fiscalmente y jurídicamente y puede decirle al comprador «mira, quizá a ti te interesa hacer la operación por una empresa o te interesa privadamente, o hacer una patrimonial». Se mete en un asesoramiento más completo, puede hacer recomendaciones de muchos otros temas. Los APIs se deberían parecer más a esta figura y es por lo que lucho, posiblemente y disculpa que me alargue en este punto, me ofrecieron el cargo de ganar las elecciones en Barcelona y luego las de España -por primera vez un catalán asume la presidencia, digamos, absoluta de todos los colegios de España-, quizá por esta manera de ver la profesión. No la veo como estas formas vetustas de enseñar, abrir las persianas y nada más, la veo desde otra perspectiva, que es la que yo creo que los agentes inmobiliarios han de irse acercando a ello.
Has citado antes que querías escribir… ¿Cuál es tu faceta de escritor? ¿Qué te motivó a escribir?
Toda la vida he sido un impostor, es decir, no he estado en mi postura, solo he querido ser escritor y, si quieres, como mucho pintor, es decir, artista, pero esta creatividad, esta alma creativa, la he puesto al servicio del ego y del dinero y del poder, y cuando me han ofrecido puestos de cargo y dinero, he preferido que mi familia tuviera un estatus mejor y siempre he ido escribiendo en la oscuridad libros y he ganado el primer premio de Barcelona en poesía. En el año 77, hice un libro del que vendí 33.000 ejemplares. Ahora ya hace unos cuatro o cinco años, después de haber estudiado en la Escuela de Escritura del Ateneo, haber hecho narrativa, novela histórica… ya me sentía en mi verdadera vocación. Hace unos tres o cuatro años ya empiezo a hacer viajes de larga duración, y me dí cuenta de una historia: en 1780 unos barcos con unos convictos, les habían condenado a tres años al otro lado del mundo y fueron incapaces de volver y se quedaron allí. Esto me apasionó y escribí una novela de 800 páginas sobre ello, y se agotó la edición en 20 días, el libro se llama «Convictos», se puede comprar en Amazon o directamente en la editorial La Vocal de LIS.
Hablemos ahora del Gerard Duelo, presidente de COAPI. Desde esta institución se ha luchado para dar visibilidad al sector inmobiliario, con iniciativas en contra del intrusismo del sector. ¿Cómo está ahora mismo este tema y qué se pueden hacer?
Además de ser presidente del Colegio de Barcelona, también lo soy del Consell Català, que son los cuatro colegios de Cataluña, y de la Asociación de Inmobiliarios de Cataluña, que son 3.000 y pico. Lo matizo porque en 2000 se perdió la reserva de actividad, por lo tanto solo podían ser agentes los colegiados, pero desde 2000 se van creando asociaciones y se van apuntando las los profesionales, que no pudiéndose colegiar, porque quizá no tienen una carrera universitaria y unos mínimos requisitos que se exigían por parte de los ministerios, se van afiliando a asociaciones porque necesitan formación, cobertura de seguros, estar informados jurídicamente, etc.
Para situarnos, la Asociación de Inmobiliarios de Cataluña es más de cuatro veces o cinco más grande que la segunda, que tendrá 600, nosotros somos casi 3.000. Por lo tanto, estoy presidiendo el colegio y la asociación más grande, donde sumados son más de 4.000 personas más que todos los colegiados de España. Y esto ha permitido presionar al Gobierno de la Generalitat, que ha sacado un registro obligatorio, y en Cataluña y muy pocos lugares más, es obligatorio el registro, es decir, que nadie puede ejercer la profesión solo comprando una licencia fiscal y lanzarse con un móvil a la calle. Tienen que registrarse en el AICAT y ya sabemos al menos que hay 7.000 personas que se han registrado.
Por lo tanto, esto ya es una manera de luchar. Una de las cosas que estoy haciendo es visitando autonomías, presionando, hablando con el Ministerio de Fomento muy directamente, que me ayudan mucho, e intentar, en primera instancia, que todas las autonomías tengan un registro obligatorio, porque Madrid, por ejemplo, no lo tiene obligatorio, es voluntario, no va nadie a inscribirse.
Pero hay otro paso es conseguir una legislación en el Parlamento, un Decreto Real, un Parlamento que saca una ley que regule a todo este sector.
Por lo tanto, este intrusismo, que no se puede llamar intrusismo porque legalmente te podría decir «yo tengo una licencia, un móvil, y salgo a la calle», pero nosotros le llamamos moralmente intruso porque al final, y con esto término, estamos buscando la defensa del consumidor.
Tras tu experiencia como empresario, ¿qué consejos les puedes dar a los inmobiliarios para poderse adaptar a la situación actual y que no tengan que cerrar?
Esto se puede responder o con política o con estrategia o con táctica. Tú me preguntas la táctica que se puede aconsejar. En el Colegio, hemos lanzado 300 publicaciones, hemos atendido 1.000 llamadas, hecho webinars, 300 videos, es decir, hemos hecho una memoria, etc.
Luego viene una respuesta política. Soy patrón de barco y cuando viene la tormenta no puede tener miedos porque paralizan. Así que mientras estemos en la tormenta -cuidado, estamos saliendo pero aún el mar está revuelto- solo voy a dar palabras de optimismo, de ánimo, por una razón: porque las fuentes más importantes económicas de este país, como es FUNCAS o ENCECA, que no son solamente el Banco de España o fuentes gubernamentales que pueden tener interferencias políticas en sus recomendaciones económicas dicen, «no podemos calcular la capacidad de reacción que van a tener los empresarios», esto no lo sabemos.
Por lo tanto, yo solo animo a una máxima capacidad de reacción, a salir con optimismo, a luchar al máximo y las estadísticas ya vendrán después. Ya veremos si es una caída del 20, del 23 o del 18. No nos creamos esto, porque el exceso de análisis nos va a llevar a la parálisis y las estadísticas van detrás de la rienda. Por tanto, mi primer mensaje de orden político es vamos a ver qué pasa, que no lo sabemos. El turismo va a recibir muchísimo más que otros sectores. Nosotros quizá seremos incluso un factor revitalizador para la economía de España.
¿Por qué?
En nuestro sector hay mucha transversalidad, no es lo mismo vender hoteles, que van a sufrir, que vender locales comerciales, oficinas, casas rurales o pisos en la ciudad. Todo tiene comportamientos distintos. Cuando baja una demanda, y sube una oferta porque hay un exceso, los americanos le llaman mercado de compradores, y los pescadores dicen «allí hay más pesca», muchos que invertían en bolsa, dirán «oye, voy a mirar al ladrillo». Y nos está ocurriendo, mucha gente dice «hombre, un momento, yo tengo una liquidez que me están dando nada y en este momento sé que voy a poder comprar más a la baja».
Además, hay un 40% de los APIs que ya de la anterior crisis aprendieron a buscar recurrentes, y son administradores de fincas también, es decir, compaginan las dos profesiones. Y las comunidades de vecinos han necesitado más que nunca a los gestores, porque ¿qué pasa con una pandemia en una comunidad de vecinos? ¿Quién informa al presidente de la comunidad de vecinos de las normas que tenía que tener una comunidad? Todo esto es un asesor y, por lo tanto, muchos agentes de la propiedad también son del Colegio de Administradores de Fincas y tienen un recurrente que les permite aguantar, no solo vivir de las comisiones a éxito de la mediación.
Creo que es una crisis de trimestres, que pueden ser tres o cuatro. Vamos a decir que, de aquí a un año, quizá estemos entre un 70 y un 80% de recuperada la actividad de hoy, que también tendríamos que hablar entre la actividad y el nivel de precios.
¿Cómo ayudáis desde el Colegio Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria?
Ayudamos. Hay quien incluso queriendo y con fuerza y con ánimo ha sufrido algún fallecimiento de un familiar vital, o de un empleado, o simplemente ya estaba a punto de retirarse y no tiene una situación clara, o ya tenía una situación económica que arrastraba… Bueno, el colegio ha abierto muchas acciones de solidaridad, para estar al lado de los que más lo necesiten, y realmente, toda esta situación ha hecho que estas dos entidades que yo he mencionado y, por supuesto, también desde el Consejo General, nos sensibilicemos más humanamente incluso en nuestra relación de compañeros, nos hemos acercado más humanamente y, por lo tanto, estamos más preparados para ayudar a los más débiles.
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