“Estamos en un momento histórico y quién mejor que inmobiliario para ser actor principal de esta revolución”

Vicenç Hernández, es CEO de la empresa Tecnotramit y recién nuevo presidente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña. Posee una experiencia de más de 20 años de trayectoria en el sector, y con él hablamos de su nuevo cargo y de muchas otras cosas que afectan al sector en esta entrevista.
Ahora afrontas una nueva etapa profesional como presidente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña. ¿Qué cambios y retos te marcas a partir de ahora?
La verdad que con mucha ilusión. Creo que estamos ante un momento histórico desde el punto de vista evolutivo, con una gran repercusión en temas sociales y económicos, y quién mejor que el sector inmobiliario para poder aprovechar y ser actor principal de esta revolución. A nivel personal, creo que estoy en un momento adecuado por la conjunción de experiencia, motivación, energía y conocimiento, y lógicamente con la tranquilidad de tener al lado un conjunto de excelentes profesionales que tienen mucho que decir en beneficio de todo el colectivo.
A nivel de retos, siempre he defendido que estamos delante de un proyecto de continuidad, no vengo a hacer un proyecto disruptivo. Y digo continuidad porque estamos muy satisfechos con lo que se ha hecho hasta ahora, hay que alabar el trabajo hecho durante todos estos años, tanto por Joan Oller como por Gerard Duelo, que son los dos expresidentes, sobre todo este último, que le ha dado un espaldarazo muy importante a la asociación, profesionalizando muchas cosas. La profesión de agente inmobiliario tiene que dar un paso adelante y no convertirse en un mero intermediario con metodologías anticuadas.
Queremos demostrar que la profesión de API es un elemento fundamental dentro de la cadena de valor del sector, y que nuestra figura es la más preparada y mejor situada para conocer de primera mano la realidad del mercado. Esto implica acoger las herramientas disruptivas que nos proporciona la tecnología y encontrar el encaje entre una serie de profesionales que están aportando muchísimo valor mediante empresas de nueva creación ubicadas en el subsector PropTech, y la experiencia y conocimiento de los APIs tradicionales, que atesoran, yo creo, un conocimiento a nivel comercial, jurídico y financiero, necesario para dar valor a cliente.
¿Qué principales reivindicaciones lleváis a cabo en la asociación? ¿En qué punto están las demandas que hacéis a la Administración?
Diría que tenemos dos. La primera viene derivada de, como bien sabes, la aprobación en Cataluña del límite a las rentas de alquiler, y viene derivada también del total ninguneo a nuestro colectivo. Esta ley es un error, en forma y fondo, en forma porque nadie de la Administración nos ha pedido consejo, somos los profesionales que mejor conocemos la realidad del mercado. Pero el problema se agrava cuando ves que tampoco han tenido en cuenta la opinión de otros colectivos, representados por la Asociación de Promotores, el Colegio de Administradores de Fincas, el Colegio de APIs de Barcelona, Girona y Lleida, el Consell Català, la Cámara de Propiedad, es decir, no han tenido en cuenta para nada el global del sector.
Se ha tomado una decisión jurídica con inmensas repercusiones económicas y sin consultar a los que nos dedicamos a ello. Como representantes de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, no han entendido que nuestro cometido es defender a propietarios y a inquilinos, a las dos partes. Nuestros asociados tienen entre sus clientes a ambas partes y nuestra opinión nunca va a ser partidista, solamente preocupada por las repercusiones sociales y económicas que se puedan producir.
La otra reivindicación viene marcada por una mayor regulación en el sector. Si queremos mejorar nuestro posicionamiento de marca en el mercado tenemos que, primero, mirarnos al ombligo y ser contundentes con aquellas prácticas que se alejen de la ética y no miren por el buen asesoramiento de los clientes. No puede ser que cualquier persona pueda tener acceso a esta profesión de manera rápida y sencilla. Intervenimos en una de las decisiones económicas más importantes en la vida de las personas y, por lo tanto, no podemos dejar que nuestra reputación quede dañada por el intrusismo profesional.
¿Respecto al primer punto de la nueva regulación, estáis hablando con la Administración?
Sí que es verdad que una vez aprobada la ley, nos llamaron para dar nuestra opinión, pero Gerard Duelo, yo creo que muy inteligentemente, rechazó la invitación porque dijo «es que ahora, para qué nos necesitáis, si habéis tomado ya la decisión…». Lo que estamos haciendo es que todos esos colectivos que te comentaba, estamos manteniendo conversaciones para ver de qué manera podemos solventar el error que esto generará a nivel social y económico. Pero sí que es verdad que no estamos teniendo una interlocución transparente ni clara por parte de la Administración.
Esta decisión se ha tomado por un carácter populista vienen elecciones, hay que ganar votos, y la manera más fácil es tomar decisiones que, de entrada, pueden parecer buenas para el colectivo. Y luego por un tema de rapidez. El gran problema que tiene el mercado es una falta de oferta, pero incrementar la oferta de vivienda pública es complicado, no se hace de la noche a la mañana. Lo más rápido es «oye, una ley y punto, y empieza desde ya». Y el otro tema que se ha hecho es un poco transferir la responsabilidad al sector privado, cuando este es un problema de carácter social, y la administración pública tendría que invertir dinero, recursos, tiempo, en aumentar la oferta.
¿De qué manera ayudáis en la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña a los inmobiliarios en esta época de pandemia que atravesamos?
Somos conscientes que en momentos difíciles es cuando una asociación profesional tiene que estar más cerca de sus asociados. Durante la pandemia hemos lanzado diferentes ideas y proyectos destinados a ayudar a que nuestros asociados pudieran llevar mejor el parón económico, desde rebajas en las cuotas, intensificación de webinars, contenido de formación, hasta reforzar nuestra cartera de servicios.
El objetivo como asociación es ayudar a nuestros asociados en el desarrollo de sus negocios y de su crecimiento profesional, y ser motor principal de uno de los sectores más importantes de la actividad, intentando contribuir al desarrollo social y económico del país.
Tras tu larga trayectoria, ¿qué consejos les darías a aquellos profesionales deben reinventarse en un mundo cambiante como en el que estamos?
Quizás no soy la persona más adecuada para dar consejos, porque nosotros también en la empresa estamos pasando por un momento complicado, lleno de oportunidades, no te voy a negar, pero con muchos obstáculos. La clave siempre es que los deberes se han de hacer cuando las cosas van bien. Cuando la empresa va bien, cuando la economía tira, cuando la cuenta de resultados no sufre, entonces hay que generar ahorro, sentarse, reflexionar sobre el futuro y empezar a hacer cambios.
Esto es tremendamente difícil de llevar a cabo. En Tecnotramit por ejemplo, cuando digo esto me miran con cara rara, es decir, «si va bien, ¿por qué tenemos que preparar para cambiar?». Y es precisamente el momento de innovar, de repensar nuestro modelo de negocio, de imaginar diferentes escenarios. Primero, porque es el momento en el que fluye el dinero y tienes oportunidad de hacer cosas, y luego porque dispones de tiempo, no hay prisas, no hay urgencias.
Cuando se pretende dar o poner solución a los problemas cuando ya estás inmerso en una crisis, empiezan las prisas por obtener resultados rápidos, cosas que en el caso de la innovación es altamente improbable. Y con una cuenta de resultados que empieza a sudar para no caer o no incurrir en números rojos. Si estamos metidos en ello, lo que tenemos que pensar primero de todo es pasajero, solamente se va a reconfigurar de una manera totalmente diferente a la que estábamos acostumbrados y, por lo tanto, tenemos, debemos cambiar al mismo ritmo de lo que pasa alrededor nuestro.
Después de pensar que solo se llega más rápido, pero no llegas más lejos. Es el momento de abrir la mente, colaborar con competidores, clientes, proveedores, antes lo hablaba, es el momento de abrir la mente de esa visión cerrada y estanca que heredamos a veces de Michael Porter, requiere una revisión en cuanto a barreras de entrada y como vemos de manera horizontal y vertical la estructura de nuestro sector. Hay que tener memoria para lo bueno pero también para lo malo.
Como economista, ¿Cómo ves el sector inmobiliario en 2021?
Lo que está claro es que esta crisis está generando un cambio del paradigma a nivel social y económico, radical, y lógicamente en el inmobiliario va a tener una clara repercusión. Los hábitos de compra están cambiando, se está destinando mucho más uso, más interés al uso que a la propiedad. Hay una nueva generación de gente joven que mira de una manera muy diferente eso de comprar un inmueble, al igual que eso de trabajar en la misma empresa para toda la vida.
Al mismo tiempo que en la cadena de valor del proceso de toma de decisiones se está produciendo una cantidad enorme de disrupción digital, con la entrada de nuevos players que lo que han hecho es despertar un sector que, posiblemente, estaba más rezagado en comparación a otros, y que en pocos meses ha cogido la delantera en materia de transformación digital. Temas como el teletrabajo, el coworking, el e-commerce, así como la preferencia por ir fuera de la ciudad a desarrollar tu vida, serán factores de cambio en el mercado inmobiliario, afectando un cambio o transformación por parte de oferta, pero también de la demanda.
Y no hay que olvidar que la correcta gestión de los deshaucios, de la ocupación y las dificultades de acceso a la vivienda por parte de ciertos colectivos también van a ser factores clave que harán cambiar ciertos parámetros dentro del sector en el próximo año.
¿Cómo os habéis adaptado a los cambios y qué retos tiene la empresa?
Nosotros somos una empresa que tiene un cierto carácter anticíclico, es decir, cuando las cosas van mal es cuando la mayoría de nuestros clientes nos externalizan más trabajo, lo cual es una buena noticia. Sí que es verdad que el paradigma ha cambiado. Hoy en día, trabajamos igual o más pero cobramos bastante menos. Y es un gran reto como empresa, porque alguien podría decir «esto se soluciona con transformación digital». Sí, pero somos una empresa de servicios.
La tecnología es un medio, no un fin, y para nosotros, que estamos invirtiendo mucho en tecnología, estamos intensificando mucho el área de innovación, que tiene un carácter transversal, estamos iniciando proyectos de colaboración con startups en el mundo PropTech y FinTech para optimizar puntos clave de nuestra cadena de valor, pero también no hay que olvidar que al final somos una empresa de servicios y la tecnología más avanzada a día de hoy no sustituye la calidez que da el que una persona te atienda al teléfono.
Tenemos una serie de proyectos que nos están demandando que tienen que ver con la gestión de alquileres, la gestión de morosidad en diferentes ámbitos, el establecimiento de call centers, y donde tenemos más crecimiento es en nuestro departamento de mediación y en el de asesoría jurídica. No hemos hecho ERTE por diferentes motivos, pero prevaleció la tranquilidad y la seguridad de los empleos de nuestra gente, pero eso lógicamente tiene un coste económico importante.
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